La convivencia ciudadana se refiere al conjunto de prácticas, actitudes y normas que permiten a las personas vivir en sociedad de manera armoniosa y respetuosa. Implica el reconocimiento y la aceptación de la diversidad, fomentando el diálogo, la empatía y la tolerancia, el respeto y la colaboración entre los ciudadanos. La convivencia ciudadana es fundamental para construir comunidades cohesivas y resilientes, donde se promueva la paz, la justicia social, la equidad y la democracia. En la convivencia el gran protagonista es el conflicto.
La palabra conflicto, viene del latín confluere, que significa confluir, encontrarse, por ello de nuestros encuentros, de las relaciones con los otros, surge el conflicto. Los conflictos se resuelven desde el derecho, la violencia y los acuerdos restaurativos.
La intolerancia es la resolución de los conflictos desde la fuerza; por la incapacidad o la negativa a aceptar o respetar diferencias en opiniones, creencias, culturas, o comportamientos de otros, la intolerancia es el no recociendo del otro. Puede llevar a conflictos penales y al delito. Fomentar la comprensión, el diálogo y el respeto hacia las diferencias es clave para combatirla y promover una convivencia pacífica.
En Medellín hay más muertos por intolerancia que por otras razones.
“ La intolerancia nos está matando” Subtítulo: “Van 48 muertos y 2.281 lesionados este año en la ciudad”. El Colombiano. 16 de mayo de 2024).
“…la intolerancia se volvió el verdadero dolor de cabeza de la seguridad, ya que, según el comandante operativo de la Policía Metropolitana, coronel José Cristóbal Fonseca, representan, por lo menos el 20% de todos los asesinatos. (El Colombiano,16 de mayo, de 2024).
“Ya hay más homicidios por intolerancia que por bandas en Medellín: van 43 este año” Las riñas y los hechos de violencia intrafamiliar ya dejan más muertos que las confrontaciones de bandas. (El Colombiano, 16 de mayo de 2024).
En la ciudad (de Medellín), apenas el 57,6% de las personas rechaza la violencia en la mayoría de las situaciones cotidianas (la cifra para los hombres cae al 53,6%) y el 73% nunca o casi nunca está dispuesto a llegar a acuerdos. (El Colombiano, 30/septiembre/2024).
El Código Nacional de Seguridad y Convivencia Ciudadana tiene como objeto principal es preventivo y busca restablecer las condiciones para la convivencia en el territorio nacional al propiciar el cumplimiento de los deberes y obligaciones de las personas naturales y jurídicas, así como determinar el ejercicio del poder, la función y la actividad de Policía, de conformidad con la Constitución Política y el ordenamiento jurídico vigente. (Ley 1801 DE 2016 -julio 29-),Art.1º).
Dicha labor la desempeñan los Inspectores y Comisarios de Policía en los municipios y corregimientos quienes previenen que el conflicto cotidiano no avance en la Cadena de Justicia (ONU, Mujeres), promoviendo la responsabilización, la reparación del daño causado y el restablecimiento de las relaciones rotas, evitando con ello que estos conflictos se conviertan en conflictos penales, y tengan que ser atendidos por la fiscalía y jueces de conocimiento y posiblemente lleguen a ser tipificados como delitos y la persona valla a la cárcel, con un alto porcentaje de reincidencia futura.
La labor el Inspector y el Comisario de Policía es prevenir que se dé inicio al proceso de criminalización, esto es el escalamiento del conflicto, pudiendo ser un gran facilitador para que el conflicto se resuelve por medio de acuerdos restaurativos.
A los Inspectores y los Comandantes de Policía hay que darle la importancia y el valor que merecen, estimularlos, informarlos y formarlos. Para ellos está pensada esta formación que a continuación se presenta.